¿Qué es el síndrome del edificio enfermo?
El síndrome del edificio enfermo (SBS, por sus siglas en inglés, Sick Building Syndrome) es un término que se utiliza para describir un conjunto de molestias que las personas pueden experimentar cuando se encuentran en determinados edificios, afectados por ciertos factores de riesgo, por un tiempo prolongado. Los síntomas más comunes asociados con el síndrome del edificio enfermo incluyen irritación de los ojos, nariz y garganta, dolores de cabeza, fatiga, sequedad en la piel, dificultades respiratorias, congestión nasal, mareos o náuseas. En caso de experimentar este tipo de síntomas, de manera persistente, no relacionados con una enfermedad o condición médica, y sí asociados a la estancia en un edificio específico, es recomendable consultar con un médico o especialista en salud ocupacional.
¿Cuáles son sus causas?
Las posibles causas del síndrome del edificio enfermo pueden variar. A menudo son el resultado de la combinación de varios factores como la calidad del aire interior, la ventilación deficiente, la contaminación química, la presencia de alérgenos, el uso de materiales de construcción o mobiliario que emiten compuestos orgánicos volátiles (COV), el polvo, la humedad relativa excesiva o la falta de luz solar natural. Se trata de un fenómeno que puede resultar difícil de diagnosticar y tratar. La prevención y la mejora de las condiciones ambientales en los edificios son fundamentales para reducir el riesgo de este síndrome.
Qué dice la OMS sobre síndrome del edificio enfermo
La OMS destaca que el síndrome del edificio enfermo puede estar relacionado con factores ambientales y ocupacionales, y que la calidad del aire interior desempeña un papel crucial en su desarrollo. También enfatiza en la importancia de una buena gestión del entorno de trabajo para prevenir y controlar el síndrome del edificio enfermo. Algunas de las medidas recomendadas incluyen asegurar una adecuada circulación de aire fresco en los espacios interiores, minimizando la presencia de sustancias químicas y alérgenos. También controlar los niveles de humedad relativa y evitar la presencia de moho mediante el mantenimiento adecuado de sistemas de climatización. Mantener la temperatura adecuada y fomentar la iluminación natural son otros de los factores a tener en cuenta.La OMS reconoce la importancia de abordar el síndrome del edificio enfermo y promueve la conciencia sobre los factores de riesgo y las medidas preventivas que pueden ser implementadas para garantizar un entorno de trabajo saludable y seguro.
Síndrome del edificio enfermo: 4 Ejemplos
- Oficinas con sistemas de ventilación inadecuados. La falta de renovación del aire puede causar síntomas como irritación ocular, dolores de cabeza y fatiga entre los ocupantes.
- Edificios de viviendas afectados por aluminosis, con problemas de humedad y moho y que, con el paso de los años, pueden desencadenar reacciones alérgicas y respiratorias.
- Escuelas con problemas de ventilación y un uso inadecuado de productos químicos, como productos de limpieza o pinturas. Esto puede dar lugar a una mala calidad del aire interior y desencadenar síntomas entre estudiantes y personal, como irritación de los ojos, nariz y garganta, así como dificultades respiratorias.
- Edificios de oficinas sin luz natural y luz artificial inadecuada, que puede contribuir a la fatiga visual, dolores de cabeza y disminución del estado de ánimo, entre otros síntomas.
Cómo prevenir el síndrome del edificio enfermo en tu oficina
Estas son algunas de las medidas que puedes poner en práctica en tu lugar de trabajo para prevenir el síndrome del edificio enfermo.- Mantén una buena ventilación. Si es posible, abre las ventanas frecuentemente, para permitir la entrada de aire fresco. Evita bloquear las rejillas de ventilación con muebles u objetos.
- Mantén un nivel de humedad relativa entre el 30% y el 50%. Realiza un adecuado mantenimiento de los sistemas de climatización.
- Evita la acumulación de polvo.
- Evita el uso de productos químicos fuertes y tóxicos en la oficina. Considera la instalación de purificadores de aire si la calidad del aire es un problema.
- Promueve una buena ergonomía. Asegúrate de que los muebles y equipos de oficina estén adecuadamente diseñados para proporcionar comodidad y prevenir lesiones. Fomenta el uso de sillas ergonómicas, pantallas ajustables, teclados y ratones ergonómicos, y proporciona pausas regulares para estirarse y descansar los ojos.
- Maximiza el uso de la luz natural y asegúrate de que la iluminación artificial sea adecuada y bien distribuida.
- Promueve descansos y actividad física. Anima a los empleados a tomar descansos regulares y realizar actividades físicas. Esto ayuda a mejorar la circulación, reducir el estrés y promover un estilo de vida saludable.
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